martes, 25 de enero de 2011

La princesa ya no está triste

Sonatina

La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vana de una vaga ilusión.

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardias,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

"Calla, calla, princesa" -dice el hada madrina-
"en caballo con alas hacia aquí se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor..."

Rubén Darío.


La princesa... ya no está triste, porque el caballero ha llegado. Aunque ni ella tiene los ojos azules ni él vino en un caballo con alas. ¿Será él el que profetizó el hada madrina? ¿Será él el que tanto tiempo ha esperado la princesa? Lo descubriremos en próximos capítulos.




miércoles, 19 de enero de 2011

La caza del carnero salvaje


De vez en cuando nos gusta que nos sorprendan, que nos digan las cosas que no estamos acostumbrados a oír.

Las metáforas no manidas que nos llevan a asociaciones mentales tan sorprendentes como expresivas, y que en el momento en que las vemos escritas nos parecen tan obvias uqe nos llevan a pensar "si es verdad, ¿cómo no se me ha ocurrido a mí nunca?".


Esto es lo que ocurre con La caza del carnero salvaje de Haruki Murakami. Si nos dejamos llevar por la curiosidad más allá del título descubriremos que no es un manual de caza digno de compartir estante con Jara y sedal (o Jarra y pedal, que diría una que yo me sé) sino una novelita sorprendente, tan ligera como llena de magníficos detalles inesperados.

Y quería dejar constancia de ella por eso, porque me ha sorprendido, y no es nada fácil sorprenderme a mí con un libro.

No quiero desvelar más pero... a mí me ha merecido la pena.




Foto: Via Po novembre 2009


[**Les mots ne viennent pas... je voudrais arrêter le temps**]

martes, 11 de enero de 2011

((La verdad última de tu inexistencia))


¿Qué es la vida, qué es la muerte?
¿Qué es el amor?
¿Existe el azar?
¿Que entiendes por libre albedrío?
Quiero soñar el mundo
como tú lo soñabas
Y poder cantar la canción
de las Horas Perdidas
Quiero saber qué dirás
cuando mires mis ojos
y por qué le robas
este tiempo al mar.



¿Cómo será no poder pensar?

Supongo que a veces será muy frustrante, pero creo que en general debe de ser sumamente satisfactorio. Claro que, satisfactorio satisfactorio, a lo mejor tampoco, porque el que no piensa no se preocupa de si piensa y mucho menos de si acaba siendo o no satisfactorio... así que el no pensar, a la persona que no piensa le resulta indiferente, no sabe cuán feliz le hace; y a la persona que no puede parar de hacerlo, como yo, le acarrea un montón de preocupaciones, la mayoría innecesarias.

Que de tanto pensar me da vueltas la cabeza como a la niña del exorcista, que me dan náuseas de tanto marear la perdiz, que vivo con el corazón en un puño de pensar todo el rato si esto es bueno o es malo, si soy así o asá o de aquella otra manera, si me contengo o me dejo llevar.

El mundo tiene muchos peligros y uno de ellos es la gente. Hay muchas personas, y algunas llaman a la puerta de tu corazón y tienes que pensar si las dejas o no entrar, y mientras te lo piensas o no a veces van y se cuelan sin que tú les des permiso, y hacen nido en tu corazón. Pero, ¿y si un día les da por quemar ese lecho de pajas y tu corazón sale ardiendo (sí, otra vez) o se ahoga con el humo?
¿Y si por tener ese espacio ocupado no caben otras cosas mejores que llegarían de estar vacío? Porque eso también ha pasado antes.

Si yo sólo quiero estar tranquila, tener pequeños instantes tranquilos para llenarlos de felicidad.
Y ya estoy pensando demasiado otra vez, como siempre. Mucho, muy mucho, y muy a largo plazo. Creo que me voy a encerrar en una casa con una bici estática y unos cuantos perros, que dan cariño y no dan problemas. O gatos, RuRru, todavía estoy decidiendo.



[**Uno no elige de quien se enamora ni elige qué cosas a uno lo hieren... así como Aquiles, por su talón es Aquiles**]


Foto: Firenze

sábado, 1 de enero de 2011

Bienvenido, 2011


Siento que he dejado el 2010 con todas mis cuentas saldadas. Que no le debo nada a nadie y nadie me debe nada a mí.
Que empiezo el 2011 sin odios, sin rencores, sin cargas del pasado. Que es una nueva hoja en blanco donde puedo dedicarme realmente a ser yo misma, o, mejor aún, una versión mejorada de mí misma.
En el 2010 lo he pasado muy bien, muy muy bien, pero también muy mal (casi todos mis problemas tienen nombre de hombre, aunque sólo la menor parte de ellos son amorosos); y en esos momentos he descubierto personas que estaban a mi lado, agarrando mi mano y protegiendo mi costado (casi todos mis guardianes tienen nombre de mujer y todos ellos tienen mi respeto, mi admiración y mi cariño).
He reído mucho en los momentos felices, pero también en los difíciles, porque "al mal tiempo, buena cara" no es una mala máxima, y ser una optimista incurable me ha salvado del abismo varias veces. Si padezco de payasismo che ne posso fare io.
He pasado momentos malos, y aun en ellos creo que he dado todo lo que tenía que dar y no creo que nadie pueda reprocharme nada porque yo no lo hago. Me he dado hasta la extenuación.
He perdonado lo que creía más allá del límite de lo perdonable, encontrando que nunca se puede decir nunca digas de este agua no beberé (ni...).
He pasado momentos muy buenos pero en estos, todos somos amigos. Me he entregado cada vez y no me arrepiento.
He valorado pedir perdón por encima de pedir permiso, pero yo misma me he dicho que hay ciertos límites para todo.
He creado, y he creído. He creído mucho más de lo posible, y he pasado de una fe dudosa a una que es terapia, que me da paz.
He aprendido de todos mis errores, he renacido de todos mis fracasos y he sido ave fénix en todas mis cenizas.
No es una alabanza a mí misma y mi buen comportamiento del año, pues también me he equivocado muchas veces, sino que es una
oda a la primavera, a la resurrección, a la capacidad de regeneración. Al todo llega y todo pasa, después de la tormenta llega la calma y al
pase lo que pase....
Siempre Sonreír
Feliz 2011... ven bueno, que te he esperado con ansia
[**Tú, que me quemas y yo, que ya empiezo a vacilar**]

Foto: Otra noche mágica, S.Giovanni a Torino