martes, 26 de octubre de 2010

Era tal el dolor que sentía que no quería moverse, no quería levantarse ni seguir adelante. El frío y el temor le calaban muy adentro. Las fuerzas eran pocas, el tiempo era lento, su respiración entrecortada por el miedo a la noche, a la oscuridad de la niebla. Sus ojos se llenaron de lagrimas y corrían por sus mejillas como arroyos que van a morir al río que un día les dio la vida, así eran sus labios, por los cuales conoció el amor, esa chispa que encendería el brillo de sus ojos y esos ojos que tiempo después se apagarían, después de conocer el sin sabor de la vida.

Él// 16-08-06



Pequeño, inocente del mundo, sonreía como si nada ocurriera a su alrededor. Sus manitas, esos hoyuelos que se marcaban en sus mejillas cada vez que reía, al igual que se marcaban las arruguitas del ceño, cuando lo fruncía por motivo de una rabieta. Todos estos detalles me recordaban a mi infancia. El bebé rubio casi albino, de ojos azules ha crecido...

Gateando// 22-03-07



Sentada en su butaca, con la mente perdida, ya que su mirada estaba entretenida en no saltarse ningún punto de su nueva chaqueta. La lana se deslizaba entre sus manos, manos que habían trabajado mucho como indicaba cada una de las arrugas que surcaban sus manos.
Era increíble la destreza con la que hacía cruzar las agujas y el amor con el que contaba a su nieto las historias de su vida. Y la mirada de dulzura con la que el pequeño Pablo la escuchaba.

La abuela// 29-07-05



Por su mente pasó la película de su vida, en fotogramas. Es curioso como a veces un olor, un sonido...nos puede hacer recordar algo que teníamos olvidado en nuestro recuerdo.
Se preguntaba si los esfuerzos que había hecho en su vida y de las cosas que se había privado merecía la pena, todo por dar lo mejor a aquellos a los que adoraba.
Sentía que había dejado pasar un tiempo muy valioso en su vida y que nunca había arriesgado lo suficiente para perder pero tampoco ganar.

Ella// 16-08-06



Pensaba huir, salir corriendo de todo aquello, pero el miedo me paralizó, solo podía mirarle a los ojos; y pensar que él estaba sintiendo mi miedo a través de esa mirada, era lo que me tenía horrorizada. De repente sentí una cálida mano en mi hombro, y unos labios que me susurraban al oído algo que no lograba entender. Y pude poner cara a esa mano y a esos sonidos, era ella ¡Ya casi no me acordaba de esas pecas! Ahí estaba ella, después de tanto tiempo, no se había olvidado.

A través de la mirada// 3-11-08

1 comentario:

  1. qué bonito :) yo hoy no tengo nada q aportar, mñn será otro día.

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