Que voy de intelectual en intelectual, de cultureta en cutureta y tiro porque me toca. En invierno.
Como es invierno toca intelectual, y como todo hombre de esa especie tiene que mostrar un cierto desprecio por la moda, lo que se lleva, tanto la música de moda como la tele de moda como Belén Esteban -pobrecita mía, ni pincha ni corta y pasa de ser aclamada a denostada en un momento- y todas esas cosas. Obviamente, odia la religión de moda... ah, no, que eso ahora no se lleva, es verdad. Que quieren hacernos esclavos intelectuales y bla bla bla.
Es un bloggero y escribe de miedo. Llegó a mis manos por accidente. Creo que es de ciencias pero domina las letras como pocos periodistas en ciernes de los que yo conozco. Y bastante mejor que yo. Es decir, por mí, que deje los logaritmos neperianos y enseñe un poquito cómo escribir a algunos que van de buenos comunicadores (véase la autora de La hermandad de la Sábana Santa, que ahora no recuerdo... no caló mucho en mi memoria).
Y volviendo a lo de la religión, estoy ya un poquito harta de lo de "no me gusta la Iglesia". Y ¿qué te crees? ¿Que a mí sí? ¿Que me gusta ver cómo algunos viven a cuerpo de rey mientras tanta gente en el mundo se muere de hambre? ¿Que la magnificencia de El Vaticano no me da retortijones? Y remordimientos. Y con todo eso, no deja de ser cierto que ahora mismo las instituciones públicas mandan a la gente a Cáritas. No a toda. Un 58% de la gente que llega a Cáritas, nada más, creí leer el otro día. Sí, Cáritas es de la Iglesia.
Hay muchas personas que no intentan manipular ni las mentes ni las vidas de los que tienen alrededor, sino simplemente transmitirles una filosofía de vida que a ellos les funciona o les ha funcionado. Estoy harta de que me juzguen por algo que yo considero bueno... y suficiente esfuerzo me cuesta hacerlo sin tener moscas cojoneras (con perdón) diciéndome que no les gusta la Iglesia, que no me pagan, que tienen mucho dinero. Pues hijo, la Iglesia tendrá mucho, pero lo que es donde yo me muevo, ni flowers.
Y sé que he mezclado dos temas sin ton ni son pero... uno me lleva al otro. Porque parece que cultura es antónimo de religión. Históricamente ha sido así, y parece que así sigue siendo. Así que yo, o acabo inculta, o termino atea. Y mientras tanto, pues seguiré llevando la contraria y dando guerra a unos y a otros.
[**por tus noches en mis manos, porque ya te tengo aquí**]
Foto: El Vaticano. Y sí, tienen mucho dinero.
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